Pasa con frecuencia que el Sentido de Vida, no se pierde, pero se desvía hacia propósitos o fines cuestionables, ya sea porque tales fines atentan contra principios generales y fundamentales en una sociedad y tiempo determinado, o contra principios incuestionablemente universales e inherentes al ser humano en todo momento de la historia de nuestra especie y en todo lugar. Así en los casos más extremos podemos identificar con claridad cuando el sentido de vida se orienta hacia propósitos o fines ajenos a la naturaleza humana y sus necesidades básicas de subsistencia o sobrevivencia, tanto; físicas, materiales, emocionales, sociales, y simbólicas. Pero en otros casos, esta identificación de la desviación del Sentido Vital, o de su desorientación o extravío, temporal o crónico, dependerá de quién realiza la evaluación o juicio, y del contexto donde esto ocurre, debido a la pertinencia que tenga o no, un análisis o evaluación sobre esta dimensión en el caso concreto.
El sentido vital puesto al servicio de un líder, o de la pareja, la madre o los hijos, la patria, la nación, la religión, la vocación profesional, la banda, la pandilla, el equipo deportivo, un estilo de vida, una convicción, un ideal, una religión, una deidad, un recuerdo, una nostalgia, las ballenas, el rey, los beatles o el sol, como también otro tipo de sentidos fundamentados en otro tipo de emociones, tales como; el rencor, el resentimiento, el odio, el afán de venganza o de reparación, el afan de compensación de algún complejo, la necesidad desmedida de control, de poder, de notoriedad. El sentido vital, finalmente, puesto al servicio de la vanalidad pueril, o de la ingenua complacencia espurea y efímera de un ego inmaduro e infantil, o de un desarrollo incompleto y limitado en la dimensión de las emociones y del espíritu, debe tener unos límites tales, que impidan que se pierda la coherencia interna y externa con el mundo circundante, porque de no ser así, la desestructuración de la personalidad será llamativamente observable por otros más concientes, más alertas, atentos y despiertos. Y estos otros podrán aveces constituirse en espejos y alertar mediante un llamado diciendo: ¡Despierta ! ¡Despierta! Pero muchas otras veces seguirán su camino. Son muchos quienes se ven seducidos por lo pequeño y por lo inútil quedándo capturado el sentido de sus vidas en lo insignificante e intrascendente. Están vivos pero duermen. Respiran pero no llenan sus pulmones con el aire fresco de la mañana. Permanecen encerrados en pequeños espacios donde han sido relegados y sometidos por los medios masivos de control social. Da pena y se puede sentir mucha compasión. qué pasaría si algún día dspertaran.
viernes, 20 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario